6 de noviembre de 2010

Sin borrador...

Acostumbro a publicar mis entradas tras pasar tres meses en mi escritorio. Digamos que se realizan a fuego lento. Hoy no, hoy es un día en el que me apetece hacerlo en crudo. Fea metáfora que justificará tal vez los errores de mi siguiente vomitado de sensaciones.

Hoy me vuelvo a sentir tuya. No se porque digo que vuelvo a hacerlo, cuando tal vez nunca lo llegué a hacer. Sé ahora que sí, que hubo un día en el que era tuya, en el que te pertenecia. Pero en todos esos días en los que te pertenecia, jamás lo reconocí, jamás te lo hice saber y jamás actue como tal.

Llevaba un tiempo alegrándome de no habertelo hecho saber cuando descubrí que te seguia amando y decidí cambiar.

No es posible, las personas no cambian...o al menos con su propia intención. Es posible que cambiemos ante las circunstancias de la vida, pero nunca vamos a cambiar por un propósito nuestro.

Asi que visto el fracaso, ya percibiendo que ni conmigo ni sin mi la cosa era posible: ADIOS PARA SIEMPRE.

No es posible nuevamente, o al menos eso es lo que siento ahora. Me remueven unas increibles ganas de llamarte, de saber de tí y de disfrutar contigo aquella vida que planeamos. Sin embargo ya soy consciente de que aquella misma vida que planeamos juntos tal vez sea totalmente distinta a la que ahora esperamos vivir.

No hay conclusión, no tengo una conclusión...esto puede ser que caracterice esta entrada. El hecho de que no haya una conclusión para una de mis entradas me desconcierta. Jamás me habia ocurrido. Creo que soy de esas personas que lo zanjan todo y sin embargo esto no lo sé terminar...digamos que hay puertas que tan solo se pueden dejar entornadas. Y eso no me gusta nada...

1 comentario:

  1. Hay cosas que no tienen solución, y a nadie le gustan, nuestro índice de certezas es siempre menor del que sería tolerable, pero por ello, seguimos, para tratar de arreglarlo.
    :D

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