Salto al otro lado...

Toda nuestra vida se puede reducir a unos muros: el que debo saltar para acabar mis prácticas, el que debo sortear para poder llegar a tiempo a clase y luego esta el más importante, el que te separa de la gente con la que tratas. Creo que no es bueno coger confianza, ni hacer amigos, debemos crear unos mueros que nos separen del mundo que nos rodea porque cierta gente es peligrosa. Por ello creamos esos muros que levantados pieza a pieza rogamos que nadie pueda saltarlos. 

Sin embargo, en algún momento hay que decidirse porque si hay algo evidente, eso es que los muros no mantienen a los demás fuera, si no a ti dentro. Hay dos opciones muy sencillas, puedes pasarte la vida levantando muros, o puedes vivirla saltándolos. Y es cierto que hay algunos muros demasiado peligrosos para saltaros, lo único que tengo claro, es que si finalmente te aventuras a cruzar, las vistas al otro lado son increíblemente fantásticas.